Por qué Putin quiere Odesa: puerto básico para el comercio con el Mediterráneo y clave para la OTAN
Odesa, en Ucrania, es la llamada Perla del Mar Negro. La ciudad ucraniana tiene el puerto comercial importante de la antigua URSS; y de una importancia geoestratégica vital para Putin. Dominar gran parte del comercio con el Mediterráneo a través del paso del Bósforo y mirar de tú a tú a la OTAN, son dos objetivos de Putin, el zar imperialista.
En primer lugar, la cercanía de Odesa a Crimea la hacen esencial para desarrollar la economía de la península anexionada en 2014 por Rusia en otra invasión de Putin. La economía y casi la subsistencia de la zona. Crimea pertenece a Rusia desde que la invadió y la población prorrusa aprobó la anexión en un referéndum ilegal. Pero lo que cuentan los habitantes de la península y de las ciudades ucranianas cercanas, como Jersón, es que allí las condiciones son absolutamente perentorias, porque tienen carencias de alimentos y suministros básicos como electricidad y agua desde hace tiempo. Es por ello que el puerto de Odesa sería esencial para poder dotar a Crimea de suministros. Además, la ciudad portuaria, la tercera más importante de Ucrania, tiene una importancia vital para tener la hegemonía del sur del país.
Porque la otra gran baza que brinda la tenencia de Odesa es dominar una parta del litoral del Mar Negro que le permitirá a Rusia mirar de tú a tú a países de la OTAN que comparten costa, tales como Turquía o Bulgaria. Además, recordemos que el estrecho del Bósforo, que conecta el Mediterráneo con el Mar Negro, lo controla Turquía, que, aunque es miembro de la OTAN, tiene muchos compromisos adquiridos con Rusia.
La regulación permite a Turquía, en tiempos de paz, el paso de navíos militares de menos de 15.000 toneladas, exigiendo 15 días de preaviso y estableciendo un límite en número y tamaño a los barcos de países no ribereños, cuya estancia no puede superar, además, los 21 días. Estas limitaciones impiden el envío de portaviones de países de la OTAN al Mar Negro, al superar todos ellos el máximo de peso establecido. En tiempos de guerra, sin embargo, la aplicación del tratado depende de la posición que Turquía adopte ante el conflicto. Como hizo durante la Segunda Guerra Mundial, ha cerrado los dos estrechos a los navíos militares involucrados en la guerra excepto para retornar a su base de origen. Pero lo ha hecho tras muchas presiones de la OTAN, porque durante los primeros días de la invasión, permitió el paso de barcos rusos.
La población de Odesa la forman un 75% de ucranianos y cerca de un 20% de rusos, además de las minorías étnicas como los moldavos, bielorrusos y tártaros, entre otros.
Desde su puerto se exportan bienes como trigo, carbón o subproductos del acero a todo el mundo. En Odesa, también comienza el oleoducto que llega hasta Brody, en Ucrania occidental. Además, después de 2014 y la toma de Crimea, se proyectó una terminal para gas natural licuado, porque el Gobierno de Kiev quería independizarse del gas ruso. Además, el puerto de Odesa, es la nueva base militar de la Marina de Ucrania.
Todo esto peligra ahora si el Gobierno ucraniano pierde el control sobre Odesa y se hace realidad la temida tenaza rusa. Los expertos en Kiev ha advertido desde 2014 de las graves consecuencias para la economía, mayores que si perdiese el este de Ucrania, el Donbás.
Con Odesa en su poder, Putin cumpliría la vieja aspiración de Catalina la Grande de que Rusia tenga un llamado puerto de mar caliente, no como los gélidos Báltico, Caspio o de Azof, entre otros, sigue conquistando a Putin.